Desde una primera mirada, al hablar de la minería como uno de los principales motores de nuestra economía, sin lugar a dudas pensamos en el impacto de que tiene todo el sector minero en las cifras correspondientes a las variables económicas de nuestro país.
Sin embargo, al empezar a mirar mas detenidamente este tema, aparecen otras variables según sea el área de influencia de cada uno de los proyectos mineros, como el impacto ambiental, las dinámicas de seguridad, orden público, el contexto socioeconómico, el impacto social en las comunidades donde se desarrollan estos proyectos de extracción, en las comunidades aledañas, en los ecosistemas, entre otras dinámicas propias de este importante sector.
Una de las principales áreas en las cuales se ha concentrado la atención de la sociedad civil, los medios de comunicación, diferentes ONG y lideres sociales ha sido el impacto ambiental de estos proyectos, pero se han dejado de lado, o por lo menos, no se le ha dado la importancia que requieren otros importantes temas, como el impacto socioeconómico en la vida de los trabajadores y las comunidades aledañas a las pequeñas, medianas y grandes empresas del sector minero, y en segundo lugar, los Derechos Humanos como una de las variables para la operación minera a nivel interno con sus trabajadores y con la comunidad.
Pensar en el beneficio de la minería en la sociedad en términos globales, desde cifras macroeconómicas no es suficiente si lo que se quiere es promover el desarrollo real de la sociedad. No basta con pensar que la generación de empleo en las comunidades de estas apartadas áreas de la geografía nacional es de por si algo bueno, porque si bien es cierto que el trabajo dignifica al hombre, también es cierto que, en determinados contextos, con condiciones de trabajo precarias, las personas pueden sufrir importantes afectaciones a su salud física y psicológica con consecuencias indeseables en el corto, mediano y lago plazo. De allí la importancia de que todas las empresas del sector minero realicen sus operaciones incorporando criterios como la debida diligencia, la responsabilidad social, la equidad de género, entre otros temas que se encuentran dentro del gran marco de los Derechos Humanos.
¿Podría alguien comparar el impacto costo/beneficio entre los beneficios obtenidos y la labor realizada por los trabajadores en los diferentes roles de la actividad minera?, ¿acaso nos acostumbramos a ver mineros que pierden la vida mientras trabajan para llevar el sustento a su hogar?, ¿el salario que reciben los trabajadores mineros compensa las afectaciones en su salud?, ¿sabemos si las condiciones laborales y de gestión del talento humano al interior de las empresas realmente asumen como una prioridad el cuidado y la protección de cada uno de sus trabajadores y trabajadoras?
Son muchas las preguntas que merecen toda la atención de los sectores público y privado para hacer de la minería no solo un motor de desarrollo para las grandes cifras de la economía, sino para todas y cada una de las personas cuyos proyectos de vida dependen de las condiciones en que se desarrolla la actividad minera. Para ello es necesario dejar de lado miradas que propicien antagonismos entre los empresarios y los trabajadores, o entre los sectores público y privado, lo que debemos hacer es crear sinergias que nos permitan unirnos por el mismo propósito, y para ello se requiere de la participación de expertos en materia de articulación público privada, implementación de políticas institucionales, elaboración de diagnósticos para identificar oportunidades de mejora que permitan generar cambios institucionales, adopción de buenas practicas, entre otros aspectos que hagan posible la armonización de los objetivos empresariales con los Derechos Humanos, mas allá del mínimo establecido en términos legales.
El celebre Primer Ministro de Inglaterra durante la Segunda Guerra Mundial, Sir Winston Churchill bien decía que “muchos miran al empresario como el lobo que hay que abatir; otros lo miran como la vaca que hay que ordeñar y muy pocos lo miran como el caballo que tira el carro«, por esto es importante que todas las empresas del sector minero sepan que cuentan con el equipo de trabajo de Ciudadanía para el Desarrollo – Consultoría, para ayudarlos a trabajar por un mejor impacto en la sociedad.
Estamos atentos a brindarles nuestra asesoría para que realicen sus actividades de la mejor manera, cumpliendo con el enfoque de Empresa y Derechos Humanos, para generar no solo ganancias en terminos economicos, sino tambien tener un impacto positivo en la vida de sus trabajadores y en la de las comunidades con las que interactuan de manera directa e indirecta.
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