Empresa Privada:
La construcción de un sistema de transporte eficiente es un objetivo que solo se puede conseguir con el concurso de todos los actores sociales, cada uno de ellos “tiene responsabilidades diferenciadas frente a la contaminación del aire y cada grupo representa intereses y valores distintos. Por ejemplo, no tiene la misma responsabilidad el dueño y usuario cotidiano de un auto privado que el ciudadano que utiliza el transporte público”1 .
La construcción de una mejor calidad de vida depende de lo que percibe de manera subjetiva cada uno de los actores sociales y los actos que implementa para alcanzar ese nivel de calidad de vida deseado, por esta razón para quienes lo más importante es el dinero, actúan de manera irresponsable con el medio ambiente, su afán de lucro se muestra como un obstáculo en la implementación de prácticas socialmente responsables y medioambientalmente sostenibles, lo que se ahorran individualmente en costos lo pagamos colectivamente con el deterioro de nuestros entornos urbanos y nuestro medio ambiente.
Uno de los actores más importantes para la creación y consolidación de una cultura colectiva ambiental es el sector privado, en sus manos está la posibilidad de implementar procesos de producción y prestación de servicios que garanticen la protección de nuestros entornos urbanos y naturales, desde la práctica, el ejemplo y la promoción de mejores hábitos, desde lo local, ya que la suma de las pequeñas acciones a escala local son las que nos pueden ayudar a enfrentar este desafío global, afortunadamente “en todo el mundo ha ido creciendo la preocupación por las relaciones existentes entre el medio ambiente y los hábitos. Esto ha conducido a una ampliación de la gama de actores involucrados, que están creando nuevas coaliciones y superando las barreras y categorías tradicionales”2 . La utilización de la tecnología y la innovación en el sector privado generalmente ha buscado incrementar la rentabilidad de las empresas abaratando costos, mejorando la calidad de sus productos y/o servicios o sacando al mercado elementos novedosos que generen utilidades.
Es hora de buscar la manera de involucrar en la ecuación la búsqueda de la sostenibilidad ambiental y la protección de nuestro entorno urbano, no es suficiente con que los ciudadanos hagan un Consumo Responsable, también necesitamos que las empresas generen una Oferta Responsable en el mercado atendiendo a un enfoque preventivo, recordemos que “La contribución de la ciencia y la tecnología a la solución de problemas ambientales ha dejado de ser de carácter “curativo”, para adquirir un carácter “preventivo”, a lo que se suma la tendencia a integrarse a un sistema circular, en que se utilizan los desechos como insumos”3 . De allí la importancia de implementar Sistemas de Gestión Ambiental como el propuesto en la norma ISO 14.000.
De la misma forma en que la sociedad le ofrece a los empresarios un entorno adecuado para desarrollar su actividad económica, los empresarios deben buscar la manera de interactuar de manera positiva con su entorno y la sociedad en la cual se desarrollan, por lo tanto no deben esperar el condicionamiento normativo y la imposición de reglamentación por parte del Estado, ya que no hay límites para contribuir en la construcción de una mejor sociedad, el cumplimiento en materia de legislación ambiental debe ser el piso sobre el cual se establezcan más y mejores prácticas corporativas que se implementen de manera permanente y se actualicen de manera progresiva, ya que no podemos caer en la trampa de asumir la sostenibilidad ambiental y el cuidado de nuestro entorno urbano como temáticas que están de moda hoy y que mañana caen en el olvido.
[pie][1] “Contaminación atmosférica y conciencia ciudadana”, Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), Santiago de Chile, Junio, 2003, Prefacio, Pág. 23.[/pie]
[pie][2] Ibíd. Pág. 64.[/pie]
[pie][3] Ibíd. Pág. 39.[/pie]