En nuestra democracia, en materia electoral hay unas practicas a las que quizá nos hemos acostumbrado, pero no por ello debemos aceptarlas ni permitir que se sigan presentando.
A continuación, les presentamos 7 prácticas que se deberían evitar en el direccionamiento de las campañas y que también deberían ser castigadas por el electorado:
- En campaña NO TODO VALE: Son muchos los recursos y las metodologías que se pueden poner en juego en desarrollo de una campaña electoral, y mucho se ha hablado de las estrategias de “campaña negra”, sin embargo, aunque esto sea el pan de cada día en desarrollo de las campañas políticas, los asesores de campaña, candidatos, simpatizantes, voluntarios y TODOS los que asumen alguna causa deben comprender que la forma en que se hace campaña tiene un profundo impacto en la construcción de la sociedad y en sus instituciones, por lo que deberían actuar de manera honorable y buscar la victoria de manera honesta.
- Tener como prioridad el interés personal o particular y no el interés público: Muchos de los discursos de los candidatos son construidos con el uso de elementos de la realidad y son articulados con interpretaciones, diagnósticos, asignación de responsabilidades y propuestas, que en realidad muchas veces esconden intereses personales y de grupo. Lograr autenticidad en el discurso político no solo puede ayudar a ganar elecciones, sino avanzar en la solución real a los problemas que nos aquejan como sociedad, ya bastante daño nos ha hecho quienes al ganar las elecciones se ocupan de atender de manera prioritaria los intereses de sus grupos, olvidando que el que gana debe trabajar por toda la sociedad y debe velar por el interés general.
- Presentar propuestas que realmente correspondan a las competencias y funciones de los cargos a elegir: Uno de los elementos característicos del populismo es proponer cosas que pueden ser muy deseables, pero poco nada realizables, empezando por las competencias de quien se lanza a ocupar uno u otro cargo, aún sabiendo que su margen de acción en el entramado institucional no le permite dar respuesta a problemas complejos que dependen en gran medida de otras personas, de complejos procedimientos constitucionales, de la disponibilidad presupuestal, etc. Por favor: sean serios explicando el alcance de las funciones del cargo al que aspiran y presenten propuestas claras, medibles, y cumplibles a partir de lo que realmente pueden hacer.
- Polarizar para ganar votos a partir de la división y el sectarismo: Nuestros antepasados tuvieron que ver como se mataban liberales y conservadores, y desde allí empezó una espiral de violencia que aún no termina: narcotraficantes, guerrillas, delincuencia común, paramilitarismo, etc., esto, sin contar las dinámicas de violencia intrafamiliar y de convivencia ciudadana como las muertes y lesiones causadas por barras de futbol, entre otras… ¿de verdad queremos seguir promoviendo el odio para posicionar un candidato y sus ideas? ¿queremos seguir viendo la destrucción de las ciudades, bloqueos, quemas de buses, carestía de alimentos y todo por el odio al contrario?
- Plantear debates con oportunismo y desinformación: Hay candidatos, equipos de campaña y partidos políticos que se especializan en capitalizar las situaciones coyunturales buscando un posicionamiento positivo de sus objetivos, ideas y equipos, pero también aprovechan estas situaciones de coyuntura para debilitar a sus opositores, haciendo uso de argumentos amañados que muchas veces no corresponden a la realidad, a la verdad, ni a propuestas sobre como construir un mejor país. La critica vacía de trabajo serio y comprometido se ha vuelto casi que la regla en la actividad de los congresistas, que parecen mas aspirantes a influenciadores que miembros del poder legislativo de la nación.
- No respetar las nuevas circunscripciones transitorias especiales para la paz: Mas de 50 años de conflicto armado, y un acuerdo de paz, han llevado a la creación de nuevos espacios de representación política en el Congreso de la República, no sería justo que haya quienes quieran arrebatarle estos espacios a las victimas del conflicto, ni que hayan asesores especialistas en campañas electorales que se presten para sacar adelante campañas de personas, grupos armados y partidos políticos que en medio del oportunismo busquen acceder a estos espacios.
- Generar falsas expectativas en los líderes e integrantes de equipos de campaña: Al armar estrategias electorales, uno de los principales retos es la conformación del equipo de campaña, y este se puede dividir en varios niveles dada la magnitud del reto y las tareas que requieren responsables por temáticas, territorios, colectivos, etc. De allí que en ese “reclutamiento” suelan presentarse negociaciones de carácter programático para incluir o priorizar temas y objetivos específicos en desarrollo de las actividades del candidato en caso de ganar, o que se hagan propuestas de integración de UTL Unidades de Trabajo Legislativo, conformación de equipos de gobierno (lo que implica prometer vinculaciones laborales para los cargos de libre nombramiento y remoción, entre otros… etc) Esta es una de las maneras mas fáciles de conseguir mano de obra gratis, conseguir promotores del candidato, lideres, apoyo, y votos usando las expectativas de los demás en beneficio propio, y no es nada raro que después de ganar no cumplan con su palabra. Dar valor a la palabra y solamente prometer lo que realmente se puede y se piensa cumplir, sería algo muy valioso que daría dignidad a la política en una de sus expresiones mas criticas: las campañas electorales.
A nuestro país le vendría muy bien hacer mejores campañas, prevenir estas practicas y una vez terminado el periodo electoral hacer balances que permitan identificar a quienes participaron en el certamen democrático incurriendo en malas prácticas.
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