Cultura Ciudadana en la Movilidad: Instrumento de Desarrollo

Trabaja en impedir delitos para no necesitar castigos.
Confucio (551 AC-478 AC) Filósofo chino.

El nivel de calidad de vida en nuestra ciudad está determinado en gran medida por el uso que hacemos de la infraestructura urbana, por el cumplimiento de las normas, y por poner en práctica valores como la solidaridad, el respeto, la disciplina y el autocontrol. Además, se necesita una muy buena dosis de organización individual para aprovechar el tiempo y planear la mejor manera de desplazarnos, cualquiera sea nuestra modalidad de transporte, ya que después en nuestro afán por buscar el tiempo perdido por nuestra desorganización, nos pasamos los semáforos, incrementamos la velocidad, entramos primero en los articulados de Transmilenio sin dejar salir primero a los demás pasajeros, nos paramos en las puertas del sistema dificultando el paso de los demás, cruzamos las calles sin respetar el semáforo para peatones, conducimos bicicleta de manera imprudente, irrespetuosa, agresiva, en ocasiones ponemos en riesgo nuestra vida y la de los demás al conducir las motocicletas con imprudencia, no es casual que se diga que “Las motos son un medio de transporte altamente flexible, por lo cual pueden ser más propensas a tener un mayor irrespeto a las normas” 1. Debemos dejar de actuar desde una posición egoísta e individualista en el Escenario de la Movilidad, en el cual nuestros errores, independiente del rol en el que nos encontremos (conductor, peatón, pasajero, etc.) afectan a los demás, de la misma forma en que la irresponsabilidad, la falta de destreza y el egoísmo de los demás nos pueden afectar a nosotros.

Absolutamente “Todos los sistemas de tránsito son extremadamente complejos y entrañan riesgos para la salud humana. Los elementos de estos sistemas son los vehículos motorizados, la vía pública y sus usuarios, así como su entorno físico, social y económico. Para lograr un sistema de tránsito menos peligroso se requiere un «enfoque sistémico», entendiendo el sistema como un conjunto y como la interacción entre sus elementos, e identificando cuándo existen posibilidades de intervención”2 . Las sociedades más desarrolladas se caracterizan por el cumplimiento de las normas por parte de sus ciudadanos, lo cual permite consolidar relaciones de confianza, a partir de las cuales se refuerza un ambiente que propicia el desarrollo individual y colectivo. Por el contrario, cuando permitimos que la anomia se fortalezca y actuamos de manera inadecuada, ocasionamos deterioro de vías, daño de señalización, creación y consolidación de puntos críticos, muertes, lesiones, pérdidas materiales, conflictos interpersonales y pérdida de competitividad.

La condición de ciudadanía, se ha entendido de manera amañada, como una condición legal que faculta a los seres humanos que forman parte de las naciones como sujetos de derechos pero deja de lado la importancia del cumplimiento de deberes. Esto ocasiona serios problemas en materia de Movilidad, ya que la falta del cumplimiento de las normas en un escenario en el que confluyen diversos actores con diferentes propósitos genera caos, reduce los niveles de calidad de vida y en ocasiones acaba con la vida misma. “Para lograr que en esa diversidad se establezcan lazos sólidos y fines comunes, es necesario generar una reglamentación que, a pesar de las diferencias, logre vincularlos a todos por medio de principios generales que a todos interesen y que sean capaces de regular las nuevas relaciones que surgen con la modernidad” 3.

Hoy contamos con una mayor oferta de vehículos, con mejor calidad y más facilidades de compra, pero esto no representará de ninguna manera un elemento positivo o un índice de progreso si al hacer uso de ellos incumplimos la reglamentación vial, dificultamos la movilidad de los demás y asesinamos o herimos a nuestros conciudadanos. Las situaciones de tensión que vivimos a diario en nuestra ciudad podrían ser atenuadas desde el respeto y la solidaridad, no solo debemos tener en cuenta el impacto negativo en la movilidad por las cifras que reportan los hospitales. El bienestar psicológico de la ciudadanía debe ser tenido en cuenta en este tipo de análisis, recordemos que “según La Organización Mundial de la Salud (OMS), «salud no es sólo la ausencia de enfermedad, sino también es el estado de bienestar somático, psicológico y social del individuo y de la colectividad» Es una definición progresista, en el sentido que considera la salud no sólo como un fenómeno somático (biológico) y psicológico, sino también social.”4 .

Un ejemplo simple de la anomia en la que nos encontramos es el incumplimiento en cuanto a la normatividad y requisitos de carácter técnico en los vehículos. Al desconocer el impacto que las Fallas Técnico Mecánicas pueden tener en una ciudad en la que habitan cerca de 8 millones de personas nos convertimos en potenciales victimarios, el incumplimiento de las normas nos aleja de la construcción de una mejor sociedad, pero lamentablemente hay quienes creen que este tipo de reglamentación no genera un beneficio directo para la sociedad. Los diferentes actores de la Movilidad debemos contar con un conjunto de reglas claras para respetarlas, si no lo hacemos de esa manera tendremos que seguir viendo crónicas y titulares de noticia en los cuales la tragedia de las familias como consecuencia de la irresponsabilidad de cualquier persona no dejan de ser más que historias a las que nos vamos acostumbrando. Sería muy bueno que empecemos a pensar en la implementación de tecnología que nos apoye cuando falle el autocontrol, la tarea de salvar vidas y reducir las posibilidades de riesgo no debe dejar de lado experiencias internacionales en las cuales la implementación de tecnología en los vehículos para mejorar las condiciones de seguridad ha logrado reducir el número de víctimas de violencia vial, un interesante ejemplo nos muestra que “Los sistemas de bloqueo del arranque por pre­sencia de alcohol detectan esta sustancia en el aliento de los conductores, impidiéndoles poner en marcha sus vehículos motores. En muchos estados de los Estados Unidos y en al­gunas provincias del Canadá existen ya leyes que exigen la instalación de estos dispositivos en los vehículos de conductores que han in­fringido repetidamente las normas de circula­ción bajo la influencia del alcohol”.5

El ejercicio de la autoridad es ineludible, debe estar a la orden del día, pero de ninguna manera podemos desconocer la importancia de la educación en la formación de ciudadanos respetuosos y disciplinados que asuman desde su cotidianidad la responsabilidad de construir una mejor sociedad. Tenemos que formar ciudadanos con la sensibilidad y la capacidad para entender las características de los entornos urbanos para que los asuman con sentido de pertenencia, solo de esta manera podremos avanzar en la construcción de una ciudad segura, con una ciudadanía activa y corresponsable, que asuma su existencia desde el equilibrio entre derechos y deberes, ya que “Los espacios viales solo tienen el sentido que le dan los actores sociales”6 .

Hay personas a las que no les gustan los llamados al orden y a la disciplina, parece que se sintieran limitados y consideraran que esto constituye una afrenta al ejercicio de su libertad, al respecto nos parece pertinente recordar que “Para Durkheim, la disciplina tiene una utilidad social ya que es la encargada de organizar la vida colectiva en la que participan los individuos quienes necesitan que las diversas esferas de su vida (doméstica, profesional, cívica, entre otras) estén reguladas para evitar perder el sentido de sus acciones. Las normas son necesarias ya que, de lo contrario, un deseo libre de todo freno y de toda regla sólo será causa de constantes tormentos para cada individuo”7 .

De nosotros depende que este tipo de artículos se conviertan en semillas que nos ayuden a sembrar hoy las respuestas del mañana, respuestas que solo pueden venir de un correcto ejercicio de Ciudadanía, porque finalmente “estos esfuerzos sólo fructifican cuando están acompañados por una voluntad real de rechazar la fatalidad, la indiferencia y la resignación que con demasiada frecuencia rodean a los accidentes viales”8 .

No olviden leer y compartir estos artículos con sus familiares y amigos, para llevar a más personas el mensaje de la Ciudadanía para el Desarrollo Consultoría (antes Fundación Bogotá Mía).

1 Solano Buitrago John Jairo, “Caracterización de lesiones en accidentes de tránsito fatales de motociclistas ocurridos en Bogotá, 2007 A 2009”, Universidad Nacional De Colombia, Facultad De Medicina, Departamento De Patología, Especialidad en Medicina Forense, Bogotá, 2011, Pág. 14
2 “Informe mundial sobre prevención de los traumatismos causados por el tránsito”, Organización Mundial de la Salud, Ginebra, 2004, Principales mensajes del informe, Pág. 41
3 López Fernández María del Pilar, “El concepto de anomia de durkheim y las aportaciones teóricas posteriores” En: Iberofórum, Revista de Ciencias Sociales de la Universidad Iberoamericana, Año IV, No 8, Julio-Diciembre, Ciudad de México, 2009, Pág. 134.
4 Navarro Vicente, “Concepto Actual de Salud Pública”, Pág. 1, Disponible en: http://uiip.facmed.unam.mx/deptos/salud/censenanza/spi/fundamentos/navarro.pdf
5 Op.cit, “Informe mundial sobre prevención de los traumatismos causados por el tránsito”, Organización Mundial de la Salud, Ginebra, 2004, Diseño de vehículos inteligentes, Pág. 30.
6 “Reportaje ISEV Pablo Wright. Doctor en antropología. Profesor de los posgrados en antropología social de FLACSO y de IDES-IDAES/UNSAM”, En: Seguridad Vial. Revista del Instituto de Seguridad y Educación Vial, Nº104, julio – agosto – septiembre, Argentina, 2009, Pág. 18
7 Op.cit, López Fernández María del Pilar, “El concepto de anomia de durkheim y las aportaciones teóricas posteriores” En: Iberofórum, Revista de Ciencias Sociales de la Universidad Iberoamericana, Año IV, No 8, Julio-Diciembre, Ciudad de México, 2009, Pág. 137
8 Op.cit, “Informe mundial sobre prevención de los traumatismos causados por el tránsito”, Organización Mundial de la Salud, Ginebra, 2004, Prefacio Jacques Chirac, Presidente de Francia, Pág. ix