Ciudadanía para el Desarrollo Consultoría (antes Fundación Bogotá Mía) tuvo la oportunidad de conversar con el Doctor Miguel Gómez, Representante a la Cámara por Bogotá. A continuación podrán escuchar y leer la entrevista que nos concedió donde hablamos sobre Bogotá y Cultura Ciudadana:
FBM: Reciban un cordial saludo amigos de Ciudadanía para el Desarrollo Consultoría (antes Fundación Bogotá Mía), en el día de hoy nos encontramos con el Doctor Miguel Gómez Martínez, una de las personas que más se ha preocupado por Bogotá, una de las personas que más se ha dedicado a estudiar a Bogotá, un congresista que se ha dedicado a ejercer control político y que conoce muy bien nuestra ciudad. Hoy vamos a conversar sobre temas de Cultura Ciudadana y esperamos que esta entrevista sea de su agrado y la puedan compartir con sus familiares y amigos. Doctor Miguel Gómez muy buenas tardes.
M.G.M: Muy buenas tardes, un placer estar con todos los seguidores de Bogotá Mía.
FBM: ¿Cómo evalúa la situación actual de la ciudad en materia de Cultura Ciudadana?
M.G.M: Bueno, Bogotá había logrado avanzar en el tema de Cultura Ciudadana, es evidente que durante las dos alcaldías de Antanas Mockus y la alcaldía de Peñalosa se había logrado crear la conciencia de que la ciudad en el fondo es de todos, que los problemas de todos tienen que tener solución en cada uno de nosotros, que uno no resuelve el problema del desorden en el trafico si todo el mundo no participa, que uno no protege la vida de los peatones si el peatón no es respetado, que el espacio público en el fondo nos pertenece a todos y no a los vendedores ambulantes, que los parques hay que cuidarlos porque son para los niños y para el esparcimiento, habíamos avanzado muchísimo.
Si hay algo que yo le reprochó a la izquierda es que desde la llegada de Lucho Garzón el tema de Cultura Ciudadana paso a un plano muy secundario, y hoy en día otra vez tenemos en Bogotá comportamientos que son abiertamente anti – ciudadanos, la gente dejo de ser solidaria, dejo de entender que la disciplina en los espacios públicos mejora la calidad de vida, dejo de proteger la infraestructura física de Bogotá, que es de todos. Dejo, sobre todo de ser solidaria en los temas de seguridad y entonces otra vez volvimos a tener bandas y problemas de seguridad enquistados en los barrios, entonces, me parece que en esto lamentablemente los últimos diez años han sido de total retroceso en la capital.
FBM: ¿Qué considera usted que se debe hacer en materia de Cultura Ciudadana para poder mejorar?
M.G.M: Bueno, este es un muy buen ejemplo de educación cívica, siempre decimos que lo que cambia una sociedad es la educación, lo que más cambia una sociedad es la educación cívica. Que la gente entienda que los problemas de la ciudad son problemas de todos, y no tenemos esa conciencia. Adicionalmente me parece que hay un segundo elemento que es querer a Bogotá, Bogotá necesita que la quieran, es una ciudad que necesita sentir el amor de quienes viven aquí. Yo no caigo en el error de decir que es que Bogotá no es de nadie, por lo que Bogotá es una ciudad que ha tenido durante muchas décadas una inmigración muy fuerte, yo no caigo en la tentación de decir que en Bogotá se acabaron los Bogotanos, no eso no es cierto, la riqueza de Bogotá es precisamente su diversidad que hace que sea una ciudad que la alimentan personas que vienen de todas partes del país y de otras partes del mundo, a mí me parece que eso está bien, pero todo el que venga a Bogotá tiene que aprender a quererla y la verdad muy poco hacemos porque los Bogotanos nos sintamos orgullosos, y eso es una parte de la educación cívica, claro la educación cívica se refuerza si la gente ve que la ciudad mejora, ve que hay obras, ve que la ciudad está cada vez más bonita, más segura, más limpia, pero como en Bogotá esa no ha sido la constancia en los últimos años, sino todo lo contrario vemos que la ciudad retrocede, hecha para atrás, pues nos hace falta no solo la educación, sino ver que esta ciudad está progresando para que la gente quiera la ciudad.
FBM: ¿Cuál es el tema o el problema que usted considera que afecta más a la ciudad?
M.G.M: Bueno, hay muchos, pero yo sí creo que el que más daño le hace a Bogotá es que los bogotanos han dejado de interesarse por la ciudad, es la falta de interés y de compromiso de los ciudadanos con la capital, eso se muestra en que cosas, en que los gobiernos actúan mal y realmente la ciudadanía no protesta, tenemos un alcalde que esta hoy en la cárcel después del desfalco más grande de las finanzas públicas de la capital y realmente nadie protesto digámoslo de manera vehemente con lo que estaba pasando, ahora tenemos a Gustavo Petro, un alcalde destituido, sancionado, increíblemente reincorporado a su cargo y tampoco nadie protesta, entonces a la ciudad lo que más le hace falta es que los ciudadanos se apersonen de ella, que sientan que los problemas de Bogotá son sus problemas y no dejen abandonada a la ciudad. Creo que ese es el problema más grande, la apatía de los que vivimos en Bogotá.
FBM: ¿Cree usted que a la ciudad le ha hecho daño la popular frase de que Bogotá es el segundo cargo más importante de la nación?
M.G.M: Haber, le hace daño en alguna medida, si porque lo convierte en botín político, entonces todo el mundo ve Bogotá y piensa en 15 Billones de pesos de presupuesto, miles de cargos, un poder político inmenso, y le hace daño porque Bogotá siempre es castigada en favor de la descentralización, la gente cree que en Bogotá todo está resuelto, que no hay problemas y que por lo tanto hay que ayudarle a otras regiones del país que están más atrasadas y es cierto que Bogotá en muchos aspectos está muy por encima de los promedios nacionales, pero Bogotá también tiene unos problemas muy serios, Bogotá pues es 8 millones de habitantes, una gran cantidad de personas que todavía viven en condiciones de pobreza, problemas estructurales de calidad en la educación, de calidad en la salud, problemas de movilidad, de seguridad que requieren inversión pública, entonces cuando la gente dice no pero es que a Bogotá no hay que darle porque Bogotá es una especie de paraíso, pues la verdad es que desconocen cuál es la realidad de los más de mil barrios que tiene Bogotá, miren, para hacer un paralelo, Colombia tiene 1100 municipios, Bogotá tiene poco más de mil cien barrios, eso es para que vean ustedes la magnitud del problema que tiene la Capital. Un barrio de Bogotá puede tener mucha más población que cualquier municipio mediano de Colombia, es para que las cosas las pongamos en perspectiva, decir que Bogotá no necesita nada, no, Bogotá necesita muchísimo, y si creo que esa imagen de que Bogotá es una especie como de paraíso nacional ha terminado por hacerle mucho daño.
FBM: Para nosotros como Fundación es muy importante el equilibrio correcto entre deberes y derechos por parte de la ciudadanía ¿Cómo ve usted ese tema en Bogotá?
M.G.M: Estoy absolutamente de acuerdo, hay un desbalance entre la dialéctica de los derechos, que es muy fuerte: tengo derecho a la salud, tengo derecho a la educación, tengo derecho a una vida de calidad, tengo derecho al medio ambiente, tengo derecho al agua, tengo derecho a la protección de mi entorno, muchos derechos; y cuando le dicen, bueno ¿y los deberes suyos?: pagar impuestos, respetar las leyes, ser un buen ciudadano, ser solidario, contribuir con la seguridad, dice: no, no. No, de eso no me hable, entonces sí creo que hay un desbalance muy fuerte, y estoy de acuerdo con usted en que si las dos dimensiones de la vida ciudadana no están en equilibrio, la sociedad se voltea.Me gusta muchísimo una frase de Gandhi, el famoso pacifista de la India, Gandhi decía que el Ganges de los derechos (se refería al Ganges, el rio sagrado de la religión hindú) nace en el Himalaya de tus deberes, entonces decía: si quieres tener derechos, primero tienes que tener deberes, entonces decía el Ganges de tus derechos nace en el Himalaya de tus deberes, y me parece que esa frase es muy válida, primero asume tus deberes como ciudadano y después si exige tus derechos, pero la gente exige sus derechos y poco cumple con sus deberes. Creo que si es cierto que en ese equilibrio, esa balanza del comportamiento cívico hoy por hoy está muy desequilibrada.
FBM:¿Qué estrategias se podrían implementar para la promoción de valores y virtudes cívicas para avanzar en la construcción de una mejor ciudadanía?
M.G.M: Pues es que lo único que uno puede hacer con los valores es combatir los anti valores, los valores están grabados en el corazón del ser humano, la gente sabe lo que está bien y lo que está mal, cuando la gente dice es que hay que educar a la población, no, no aun una persona que tenga muy poca educación, sabe que hay cosas que no se pueden hacer, saben que pegarle a un niño es una cosa que no se hace, sabe que maltratar a una mujer, eso no se hace, uno no tiene que enseñar eso, la gente siente en el corazón que es lo que debe hacer, porque en el fondo el hombre es bueno, el hombre no es malo, lo que pasa es que hemos dejado que los anti valores ocupen el espacio; entonces ¿que son anti valores? El egoísmo, la codicia, la codicia material, la idea de que por la plata todo vale, y esas frases que ustedes las escuchan todos los días, la filosofía del atajo, eso que hablamos de la filosofía del atajo de la gente que está siempre viendo cómo se cuela, como se brinca la ley para sacar un beneficio que es absolutamente personal, esos no son valores, eso es un anti valor. Entonces decir que existe un liderazgo negativo, en otras palabras, yo lo voy a poner en palabras sencillas, decir que Timoshenko es un líder… no él no es un líder, porque un líder no puede ser un líder del mal, no puede ser que una persona que ha puesto minas, que ha destruido vidas y que ha secuestrado, eso no es un líder de nada, eso lo que es, es un cumulo de anti valores. Entonces lo primero que tenemos que recordarle a la gente es que los anti valores existen, que no pueden ser normas sociales, que todo el tiempo hay que combatir esos anti valores, y creo que hemos terminado por aceptar, en un relativismo moral que todo se acepta, una frase muy común es decir: no hay blanco ni negro, todos son grises, eso lo que lo lleva a uno es a decir: valores y antivalores se mezclan todos los días y yo a veces soy ético y a veces soy anti ético y me siento igual de cómodo en los dos roles y nosotros no podemos seguir educando a la juventud con esa idea relativa, tenemos que recordarles que hay virtudes y que las virtudes hay que cultivarlas, que requiere de un esfuerzo permanente y que las virtudes hay que premiarlas, la gente que se porta bien le tiene que ir bien, no puede ser que la gente que se porta mal le vaya bien, que es lo que pasa en Colombia, en muchos casos la gente lo que ha entendido es que yo me paso del lado de los anti valores y me va bien. Me parece que ese mensaje lo hemos tolerado y en parte explica la confusión ética en la que vive esta sociedad.
FBM: Sabemos que usted representa un sector de la población sumamente amplio en Bogotá, que ha manifestado su desacuerdo frente a la actual administración y ha liderado la promoción de la Revocatoria. ¿Cuál ha sido el resultado de esta experiencia?
M.G.M: Haber, en lo personal ha sido una experiencia muy gratificante, en lo personal. ¿Por qué? Porque uno siente que está haciendo algo que tiene significado para mucha gente, cuando uno está en la vida pública lo que es frustrante es que uno diga las cosas y nadie reciba ese mensaje, pero yo creo que lo que hemos hecho en el movimiento, en la plataforma ciudadana por la revocatoria, hemos llegado a una cantidad de gente que tiene más o menos la misma idea de que hay que reaccionar, que algo hay que hacer, entonces me parece que en eso ha sido muy positivo.En lo que ha sido muy frustrante es en la parte institucional, de lo que si nos hemos dado cuenta es que las instituciones de este país no funcionan y que los derechos que están en la constitución y la ley son simbólicos, que basta con que un abogado habilidoso consiga 20 personas que firmen tutelas para bloquear un derecho constitucional y las instituciones no defienden ese derecho, entonces lo que hemos visto en este año y 5 meses de trabajo durísimo es que cualquier persona puede sabotear un proceso de participación ciudadana y las instituciones no van a castigar a ese saboteador sino que van a castigar a ese ciudadano que lo único que quiere es expresarse. Entonces personalmente muy gratificante, institucionalmente muy frustrante.
FBM:¿Qué mensaje le envía usted a los padres de familia como formadores de ciudadanos?
M.G.M: Yo soy un convencido de que el primer núcleo político en el buen sentido de la palabra es la familia. La inmensa mayoría de las cosas que yo he aprendido en mi vida me las enseñaron en el hogar, las cosas que han perdurado, lo que no es conocimientos técnicos todo me lo enseñaron mis padres. Yo creo profundamente que tenemos que revitalizar la familia, estoy convencido de eso. Miren, la mayoría de los graves problemas sociales que tenemos en esta sociedad y en todas las sociedades del mundo, ese no es solo un caso Colombiano tienen que ver con el derrumbe de la estructura familiar; le voy a dar varios ejemplos: el embarazo juvenil, ¿eso qué es? Pues es una crisis del hogar, una niña que no tiene suficiente amor, suficiente cuidado que termina confundiendo sus prioridades y termina embarazada a los trece o los catorce años, es una niña que le falto hogar. La drogadicción, la drogadicción que es, pues bueno un niño que ante el vacío de amor en su casa busca el placer y llenar su vida de otras sensaciones, eso también es de la familia, un asunto de familia. El Pandillismo, la violencia juvenil, todo eso son niños que están sueltos en el mundo, que han perdido digamos la red de protección que es la familia, entonces si no recuperamos la familia… yo le propuse al presidente santos, una de las principales discrepancias fuertes que tuve con él, que creáramos un ministerio de la familia, que nos dedicáramos a hacer una política social alrededor de la figura del ministerio de la familia, ahí podríamos meter todo lo que es bienestar familiar, Coldeportes, atención a las mujeres, prevención de embarazos, buena parte de las políticas de prevención en salud, todo eso necesitamos que este articulado alrededor de la familia, y tener como existe en Europa un carnet de familia, donde este la historia de la familia, en Europa hay un librito que le dan a uno, el carnet de familia que dice que uno es hijo de tal persona y tal otra, e incluso en los carnet de familia por ejemplo en Francia están los esquemas de vacunación y una cantidad de información que es responsabilidad de la familia. Yo creo que tenemos que volver a eso, solo en la medida que recuperemos la familia vamos a recuperar los valores y todos los otros problemas, esos que menciono como ejemplos, embarazo juvenil, Pandillismo, drogadicción, todos ellos se reducirían muchísimo si tuviéramos familias fuertes. Lamentablemente el presidente santos ante ese discurso me miro con una cara extrañada y me parece que él no ha entendido, él no ha entendido cuales son las raíces de la crisis social que tiene Colombia, el derrumbe de las familias es una catástrofe, el 40% de los hogares en nuestro país son monoparentales, 40% o sea, 4 de cada 10 hogares en Colombia o dependen exclusivamente de la mama o del papa, en muchos casos también ni del papa ni de la mama, sino de un abuelo, o de un tío que es el que termina educando a los niños o de un padrino que tiene la generosidad y la piedad de asumir los niños que quedan abandonados cuando se rompe el núcleo familiar, entonces estos temas son palabras mayores que esta sociedad no quiere tocar porque le parece que esas ideas son retrogradas… Sin familia no hay sociedad.
FBM: ¿Qué mensaje le envía a la ciudadanía de Bogotá para hacer de esta una mejor ciudad?
RL: Haber, que hay que creerlo, el colombiano es incrédulo y el Bogotano es perezoso, entonces necesitamos que los Bogotanos dejen la pereza y empiecen a luchar por su ciudad, no puede ser que uno vaya a ciudades intermedias de Colombia o a ciudades a veces muy pequeñas de Colombia y encuentre niveles de calidad de vida muy superiores a Bogotá, el ejemplo clásico de Medellín pues está muy bien y hay que mencionarlo, pero yo estuve hace poco en Duitama, es una ciudad pequeña, de Boyacá, pero hay que ver qué ciudad, hay que ver que parques, hay que ver que avenidas, hay que ver qué bonito, que cuidado esta, que limpio, que ordenado, pues haber, se puede. Estoy tomando ejemplos así porque es que nosotros tendemos a pensar siempre… no que Paris, Nueva York, Tokio, no, no, no, aquí cerca de nosotros hay gente que ha construido ciudades muchísimo mejores, Bucaramanga es una ciudad infinitamente mejor que Bogotá en calidad de vida y lo son también las ciudades del eje cafetero, entonces, se puede, se puede si la gente se compromete, pero siempre y cuando el bogotano o el ciudadano de Bogotá, porque yo no digo bogotanos porque la mayoría de las personas que viven en Bogotá no nacieron en Bogotá, que el ciudadano de Bogotá siga pensando que ese no es su problema, la ciudad va a seguir con sus problemas, entonces solo en la medida en que nos pongamos la camiseta por Bogotá veremos una mejoría en nuestra ciudad y en la calidad de vida que tenemos todos los días.
FBM: Muchísimas gracias.
M.G.M: Muchísimas gracias a ustedes.